viernes, 25 de abril de 2008

"CONVERGENCIAS"


1. “Para comprender la construcción de identidad hoy, pensar al devenir configurativo del ayer”

El devenir histórico en que trasuntó el debate entre dominar un campo: el de la educación, muestra que el mismo ha transcurrido por actores que arguyéndose la preeminencia de una determinada concepción: llámese pedagogía, ciencias de la educación, ciencias pedagógicas y pedagogía científica, entre otras; dejaron una estampa.

Ello (a su vez) ha dejado su huella, sus rastros llegan al día de hoy. Esta yuxtaposición de posicionamientos, produjo un enmarañamiento sin especificidades arguye Marín Marín en su texto.
Este objeto híbrido atravesado de contextos e intereses, llega al momento previo de egresar de una carrera de ciencias de la educación.

Ello ha impactado en la configuración de una identidad (si es que se le consiguió definitivamente). Los generalistas, saber un poco de todo, el que mucho abarca … son slogans que denotan una deuda, un pedido, y que a su vez “encuadran” a quienes desanda ese camino.

De allí entonces que la búsqueda de identidad que plantean Spinosa – Testa, tenga sus raíces en la búsqueda de una construcción de ámbitos de ejericio, en la delimitación de un determinado campo específico, que recorre históricamente Marín Marín.

Entonces el ¿Quién soy? (Testa-Spinosa) , deba buscar respuestas en el ¿quien he sido, quien he venido siendo? (Marín Marín)

Así al citarse las voces de los estudiantes próximos a graduarse, que denuncian el estado generalizado de incertidumbre respecto de la inserción profesional futura. También lleva la connotación de un campo profesional complejo en sus delimitaciones en la medida que varias profesiones se disputan dicho campo de intervención profesional y pretenden hacerlo exclusivo y propio.
En este sentido la Sociología de las profesiones da cuenta de una disputa por el cierre del campo profesional.
Y que en el caso analizado, este cierre tal vez pude iniciarse y delimitarse, recurriendo a Marín Marín, quien concluye en su de-construcción histórica que la ciencia de la Educación es la Pedagogía; proponiendo que se utilize este concepto con plena conciencia de su antigüedad y valor teórico.

Asimismo, de modo ilustrativo Spinosa- Testa cuando citan que “La carrera docente, en la provincia de Buenos Aires, se ha estructurado de modo corporativo y cerrado no reconociendo en su desarrollo la certificación académica otorgada por la Universidad.
De este modo, el sistema educativo a nivel de docencia y organizaciones de base, tiende a cerrar el camino a los Licenciados y Profesores en Educación”. Plasma lo que Marín Marín, tomando prestadas palabras de P. Bourdieu expresó la existencia en el campo de la educación, de un “Campo de Producción Simbólica: está constituido por un conjunto de agentes e instancias con mecanismos que regulan la aceptación, competencia o eliminación de los productores y puede determinar lo que son las verdades científicas”. La educación, como se verá, no permanece ni está ajena a las luchas de poder.

También interpelo, que la búsqueda de identidad del profesional en ciencias de la educación, implica asimismo lo planteado por Marín Marín, respecto a la falta de consenso conceptual, cuando enuncia que “No todos están de acuerdo con la definición (sobre educación de Émile Durkheim), y en la práctica observamos que las reflexiones sobre los problemas educativos tratan de enmarcarse en diferentes conceptos”. Sumado a ello que “Al cuestionarnos sobre la diversidad de términos y revisar la literatura especializada, observamos que en ella intervienen factores muy diversos de tipo histórico, político, social, cultural y hasta de preferencias personales, lo que no ayuda a aclarar el asunto”.

La diversidad, aparece así, como un impedimento hacia la unidad en la delimitación de establecer: qué es ser un profesional en educación?. Un obstáculo en la identificación (unívoca) del profesional en educación.

Y si como concluyen (Spinosa-Testa) a modo de pregunta: “Hoy es difícil explicar “que es ser un licenciado en educación” tal como lo describen los entrevistados”.
Entonces la construcción de la Identidad Profesional, deba comprender la historia y asirse de ella para ir en su búsqueda colectiva.




2. “La importancia del Contexto en el sujeto al momento de la elección”

Partiendo desde el campo de la Orientación, podemos enunciar que la toma en cuenta de lo contextual, su análisis a los fines de su objeto, es apuntalado de sobremanera en la década del `80.

Debido al llamado “Enfoque del desarrollo de la carrera” (Diana B. Aisenson. Perspectivas Actuales en Orientación Vocacional. Revista Ensayos y Experiencias. Año 3. Nº 18. Buenos Aires), donde se produce un cambio en la forma de entender el proceso de ayuda vocacional (pasaje de un enfoque centrado en el diagnóstico a un enfoque del desarrollo personal).

Como así tiene su injerencia, el reemplazo en la actualidad del concepto orientación por el de carrera (posiciones más importantes logradas u ocupadas por una persona a lo largo de su vida pre-ocupacional y post-ocupacional. Este nuevo modelo incluye las diferentes posiciones que el individuo va logrando en el ámbito laboral y de formación. Este modelo integra lo psicológico con lo sociológico, evolutivo y cognitivo. Super, D. 1980).

Así, la “orientación de la carrera”, incluye como objetivo: ayudar a integrar la comprensión de sí mismo y “del contexto” y aplicarla en la vida y en la planificación profesional, para lograr decisiones más apropiadas. Incluye (entre otros): “el conocimiento sobre los trabajos del entorno”

Perteneciente a la perspectiva de éste nuevo enfoque del desarrollo de la carrera, también se cita a un modelo teórico en particular. El ADV (Activación del Desarrollo Profesional. Pelletier. 1974). Quien señaliza que la activación requiere un proceso de toma de conciencia de valores y capacidades, que requiere la “participación activa en un proceso de búsqueda, análisis y construcción de un conocimiento de sí mismo y de la realidad que lo rodea”, para desarrollar los conocimientos, destrezas y actitudes necesarias para su inserción socio-profesional-personal.

Ahora bien, a su vez, el contexto influye en las elecciones en el proceso de su carrera debido a que durante el propio proceso de socialización (crecimiento, formación, interacción) el sujeto entra en contacto con un determinado contexto familiar y socio-cultural, que les permite o no, explorar nuevos ámbitos, tener nuevas experiencias, establecer vínculos sociales (con pares, adultos); y que les puede posibilitar o limitar la adquisición de recursos personales y la confianza en sus potencialidades. Lo que a su vez influirá en cierta medida en las elecciones. Esta primera dimensión analítica de influencia del contexto en las elecciones, es la que se podría denominar como “las de punto de partida”.

Ahora, también existe otra arista por la cual el contexto cobra importancia en las ocasiones de la elección, es aquélla que sería “la de punto de llegada”.

Dimensión ésta que es tomada por distintos autores de la bibliografía de la Unidad Nº 2 (Diana B. Aisenson, Matilde Roncoroni, María Ilvento, Rodríguez Moreno Cap. VI), enunciados como las transformaciones (tanto cuantitativa como cualitativamente) que se producen y aceleran a escala mundial, una serie de cambios en los procesos productivos, en las tecnologías y en las formas de organización, constituyendo una verdadera mutación de los entornos (María Ilvento).

Haciendo (re)surgir con más fuerza aún, la presencia (tal vez inevitable) del peso al momento de elegir, que tiene la noción de adecuación a las demandas, al mercado laboral. Demanda y mercado éstos, partes constitutivas de un contexto que atañe e influye en cada sujeto en particular. De ésta manera, la proliferación de las mutaciones han modificado los contextos ocupacionales.

Así, las profesiones “con futuro” (Matilde Roncoroni), corresponderían a las que cubren una necesidad de desarrollo económico. Entonces el éxito o desarrollo personal estaría determinado por las posibilidades de ingreso al mundo laboral más que, por los intereses, deseos o expectativas personales.

Mas, re-tomando lo dicho al inicio, se aporta un haz de luz que permita presentar una alternancia a que el “sujeto quede sujeto” exclusivamente a unas determinadas demandas de la globalización (tomadas como estáticas, que no cambian en sí)

Dado que si bien, no pueden ser obviadas del análisis desde la Orientación, también habrá que tomar en cuenta que el concepto de “carrera” se formula como una “construcción globalizadora”, que requiere de procesos de cambio, progreso, crisis y reformulación.
Así, desde éste lugar de interpretación, las decisiones de elección se configuran como el inicio de un camino de nuevas elecciones y no como una decisión final que ha de definir el futuro profesional. De allí su importancia de tenerla presente y ponerla en práctica, en una realidad vertiginosamente cambiante donde las decisiones personales son tomadas desde y hacia un contexto marcado por ese vértigo y esos cambios.

Por ende deberíamos pensar en educar para la incertidumbre y para el cambio. Que construyen, forman parte y son causas a la vez; de cambios de fisonomías de los contextos.-




Ariel Chauqui
LU 708.401

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